Desde los años 60, la actuación de los equipos comenzó a verse como algo más que la suma de habilidades individuales. Se comenzó a trabajar en la cohesión de equipos, basándonos en que mejorar las relaciones entre las personas llevaría a mejores resultados. Luego llegaron las actividades de team building, con un enfoque en maximizar la motivación y entusiasmo.
Pero hoy, el enfoque ha evolucionado.
Antes que nada, trabajamos el team coaching, basado en optimizar las interacciones operativas entre los miembros del equipo. Siguiendo el ejemplo del fútbol: primero debemos asegurarnos de que sepan “pasar la pelota” correctamente. Si las interacciones son fluidas, la interpretación será mejor, y con buenos resultados llegarán naturalmente los buenos vínculos. ¡Los equipos campeones no se llevan mal! 🤝
¿Significa esto que la cohesión y el team building no sirven? ¡No! Pero cada cosa tiene su momento:
Cohesión: Si un equipo de alto rendimiento no está logrando los resultados esperados (como el PSG con Messi, Neymar y Mbappé), trabajaría la cohesión.
Team building: Antes de un evento importante, como una final, o un lanzamiento de producto, por ejemplo, maximizaría la motivación y el entusiasmo con actividades de team building.
💡 En resumen: para formar un equipo sólido, empezaría con el team coaching, y luego trabajaría en la cohesión y el team building en momentos clave. Vemos que en muchas empresas, la forma de trabajo no está diseñada deliberadamente, sino que sigue las prácticas estándar del mercado. Y si nuestro modelo de juego es estándar, cómo pretender resultados extraordinarios. ¿Cómo podemos sobresalir si seguimos haciendo lo mismo que los demás? 🌟
¿Y tú, cómo funcionan las interacciones en tu equipo? Comparte tu experiencia.